Los niños siempre han convivido con monstruos en su mente.
Cada miedo es materializado en su mente imaginativa por un monstruo. Cada niño era capaz de diseñar su monstruo. Yo he visto dibujados monstruos feos, mas o menos grandes, con ojos,con pies y brazos, monstruos sonrientes, había niños que les dotaban de buenos sentimientos, otros les conferían poderes especiales , muchos eran malvados, con habilidades variadas, portadores de cuernos, llevar armas por brazos, suaves o geométricos y hasta hay monstruos de colores con especialidad en sentimientos variados.
Hoy que los niños salen a la calle a pasear por primera vez desde hace 43 días TODOS los niños y todas las niñas van a intentar evitar al monstruo actual, el coronavirus.
Pero esta vez el monstruo no esta en su cabeza.Y además el monstruo no es diferente para cada mente creativa. Todos ven por igual el mismo monstruo.Para todos es el mismo monstruo.
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jueves, 30 de abril de 2020
día 43, sábado 25 de Abril
Sábado 25 de Abril, día 43
LO ESPERADO
Siempre queremos que se cumpla lo esperado: que el examen vaya bien, que la boda salga bien, que la operación salga bien, que el parto vaya bien...Es lo que esperamos.
Esperábamos en nuestra vida que vaya bien el fin de curso, nuestros hijos,la salida del fin de semana, nuestras vacaciones, nuestro viaje programado ...
Nos íbamos a comer el mundo. TODOS. Un cachito para cada uno, algunos más grandes que otros.
Ahora lo que esperamos como un ansiado deseo no es un viaje alrededor del mundo, ni ir a comer al restaurante más lujoso. Solo, simple y llanamente lo que esperamos es salir a la calle a dar una vuelta.
Los niños menores de 14 podrán hacerlo junto a uno de sus padres mañana.
Ahora lo que de verdad esperamos es que las predicciones se cumplan, pase pronto el pico, desciendan los infectados por coronavirus y los muertos y la gráfica se muestre con tendencia a cero como se diría en matemáticas. Lo esperado.
LO ESPERADO
Siempre queremos que se cumpla lo esperado: que el examen vaya bien, que la boda salga bien, que la operación salga bien, que el parto vaya bien...Es lo que esperamos.
Esperábamos en nuestra vida que vaya bien el fin de curso, nuestros hijos,la salida del fin de semana, nuestras vacaciones, nuestro viaje programado ...
Nos íbamos a comer el mundo. TODOS. Un cachito para cada uno, algunos más grandes que otros.
Ahora lo que esperamos como un ansiado deseo no es un viaje alrededor del mundo, ni ir a comer al restaurante más lujoso. Solo, simple y llanamente lo que esperamos es salir a la calle a dar una vuelta.
Los niños menores de 14 podrán hacerlo junto a uno de sus padres mañana.
Ahora lo que de verdad esperamos es que las predicciones se cumplan, pase pronto el pico, desciendan los infectados por coronavirus y los muertos y la gráfica se muestre con tendencia a cero como se diría en matemáticas. Lo esperado.
ilustración de Jimmy Liao
viernes, 24 de abril de 2020
Día 42, 24 de abril
Limpieza general, hoy viernes día 41
En estos días decido, como casi todos, hacer un poco de limpieza más a fondo por rincones.
Retiramos el enorme sofá de la pared para pasar el aspirador por esa zona y ésto es lo que había debajo de él:
En estos días decido, como casi todos, hacer un poco de limpieza más a fondo por rincones.
Retiramos el enorme sofá de la pared para pasar el aspirador por esa zona y ésto es lo que había debajo de él:
objeto a objeto
mis gatos, mejor dicho uno de ellos, Simba
encesta,
marca,
atina,
esconde,
cada pequeño objeto que sea susceptible de ser movido con un golpe de pezuña,
lo logra ocultar a la vista de todos,
hasta que se nos ocurre mover la pieza que ocultaba los tesoros del escondite.
Hay otro lugar que permanece saturado hasta que le llegue el turno de ser retirado para limpiar debajo:la nevera.
Bajo el frigorífico subyacen numerosos objetos, la mayoría son tapones de los cartones de leche y pinzas de la ropa.
Debe estar el hueco repleto porque cuando mete algo dentro, al poco hurgando con su pequeña garra, lo,puede sacar para volver a meterlo jajajaja
Cansado pero relajado después de sus hazañas.
miércoles, 22 de abril de 2020
Día 40, 22 de Abril
Voy a salir
a la calle. Me visto bien guapa y ya en el baño me peino, maquillo un poco los
ojos y me pinto los labios. Por último me pulverizo perfume, la colonia
reservada para las grandes ocasiones.
Me voy hacia
el mueble de la entrada y cojo los guantes que llevaré para hacer la compra y
en el espejo del recibidor me coloco la mascarilla. De pronto un movimiento
rápido casi involuntario surge de mi mano y me quito con avidez la mascarilla. La
miro por dentro y no está manchada. Me siento aliviada porque solo de pensar
que se hubiera manchado con el pintalabios me aterra. Están muy escasas y debe
durarme para más ocasiones. Con esa mancha podía parecer que era sangre…No
hubiera podido usarla.
Voy al baño,
cojo papel higiénico, lo mojo en agua y me restriego los labios hasta hacer
desaparecer el pintalabios. Estoy triste. Me coloco la mascarilla, me miro de
nuevo en el espejo de la entrada y salgo
a hacer la compra.
¿Hasta
cuando no podré volver a pintarme los labios?
P.D.: ¿y si se pintan unos dibujos de labios y se pegan por fuera de la mascarilla?
lunes, 20 de abril de 2020
CONFINAMIENTO VERSUS MASCOTAS
CONFINAMIENTO EN IMÁGENES. DÍAS 35, 37, 38 Y 39
ABRIL 2020
JUEGOS
SUEÑOS COMPARTIDOS
DISTANCIA
TELE
COCINAR
PERDERSE
ASOMARSE A LA VENTANA
CARIÑO
LECTURA
Y TODO SIN SALIR DE CASA
jueves, 16 de abril de 2020
Envejecer en un día
Día 34, 16 de abril
ENVEJECER EN UN DÍA
ENVEJECER EN UN DÍA
Cada día al peinarme me veo en el espejo de encima del
lavabo.Ante mi reflejo en el espejo pienso, ¡qué carita tengo! Sin
nada de pintura en los ojos ni en los labios y con la mirada apagada.
Me miro y me reconozco, soy yo, pero triste.
Pero hoy, al ver mi reflejo en el espejo no me he
reconocido. He agachado la cabeza y he vuelto a lavarme la cara. Me asomo de
nuevo al espejo pero ahora poco a poco. Lo primero que aparece son mis canas. Ha
crecido una parte considerable de mi pelo blanco. Después los ojos asoman tristones,
sigue la cara blancuzca sin tono definido. Por último, con toda la cara en el
espejo, veo mi pelo largo, largo y sin forma definida creciendo salvajemente
sin que nadie lo recorte, le dé un poco de forma o lo despunte.
En mi no parece haber
llegado la primavera sino el invierno.
Me hago un
estiramiento facial y fuerzo una sonrisa.
Me aplico colonia detrás de cada oreja.
Apago la luz. Salgo del baño.
Un nuevo día de confinamiento.
Voy a leer un poco. Encontraré otros mundos en donde vivir y
en ellos seré libre.
miércoles, 15 de abril de 2020
Día 33, miércoles 15 de abril
Llueve. Lluvia
tras los cristales. Otra vez.
Mis gatos no
se acostumbran a que ande rápido por la casa. Me miran ojipláticos, no
entienden a que viene esa bulla, ellos que están tan tranquilos todo el día. Se ponen por medio
en el pasillo, se retiran a mi paso rápido, me miran, me maúllan.
-
- ¿Quieres
parar ya?- parecen decirme
Un mes ya
Día 30,
domingo de resurrección.
Nos han
robado un mes. ¿Quién lo devuelve? Ha caído
en un limbo del tiempo irrecuperable pero a la vez vivido de otra forma, hacia dentro de nosotros
y en nuestro espacio físico más personal.
Un mes, 30
días, 720 horas, 43.200 minutos y 2.
592.000 segundos en casa.
Pero tenemos
nuestro cuerpo físico y nuestra mente junto a nosotros.
Estamos con
nosotros, aquí y ahora es el todo.
Día 26, 27, 28 y 29, miércoles a sábado de semana Santa
Día 26, 27,
28 y 29, miércoles a sábado de semana Santa
Semana de
pasión.
Pasión
apagada.
Ritos no
celebrados.
Velas sin
llama.
La cera guardada.
Tambores silenciados.
Tristeza en
las miradas.
Actos no
realizados.
El papa solitario.
La basílica
vaciada.
Todo queda
en nada.
Días para la
cocina: torrijas, arroz con leche, buñuelos de bacalao y potaje de vigilia.
Después
quedarse en casa.
jueves, 9 de abril de 2020
día 25, martes santo
Día 25,
martes santo
Sigue nublado,
un día tras otro. La naturaleza sigue contribuyendo a que sigamos en casa, a
que estemos cómodos en ella ya que el tiempo parece que no acompaña para salir,
aunque la verdad sea que no podemos.
Días tristes,
grises, iguales unos a otros y quizás eso es lo bueno que podemos seguir libres
de enfermedad haciendo actividades libremente en el espacio de nuestra casa. En
este espacio tenemos libertad de elegir qué hacer. En estas fechas de semana
santa con vacaciones del teletrabajo hago lo que me place y eso es nada. Paso de
estar tumbada en una cama leyendo prensa virtual a tirarme literalmente en el sofá
viendo la tele, de hacer unos largos de carrera por el pasillo a volver a
arrumbarme en el sofá dedicando otro largo espacio de tiempo al móvil. De ahí a
comer algo y echarme una siesta y después tarde de móvil y tele.
En fin
estamos en vacaciones donde no hay ni teletrabajo y además hay días que nada apetece
hacer ni siquiera leer,.
Así ha
pasado otro día.
día 24, lunes santo
El futuro de las profesiones
Día 24,
lunes
Llega otra
semana. Es Semana Santa y no hay teletrabajo. Toca leer más tiempo y limpiar
más a fondo las estancias.
Veo que
tenemos un futuro nada halagüeño. Lo intuyo yo y lo intuimos todos.
Lo primero
es salir airosos de esta enfermedad. No contagiarnos o si ocurre recuperarnos
pronto y bien. Pasado ese aspecto que es el más importante para nuestra vida
queda el residuo que es la afectación a la economía personal y de todos y cada
uno.
Cómo nuestros
trabajos se verán afectados, nuestros ingresos recortados y muchas personas sin
trabajo.
Los jóvenes
que queden parados tendrán que reinventarse y ser creativos para buscar su
sustento.
Hoy desde aquí
veo que el futuro de las profesiones va a estar en la psiquiatría. Habrá muchas personas necesitadas de ayuda con medicamentos,
con consejos o simplemente pagar para ser escuchadas harta ya su familia de que
comparta una y otra vez lo que todos han pasado. Así que pagan a alguien para
que les escuche y saquen todo lo que está en su ser interno atascado como lo
que hace las cal en las tuberías.
Gente
necesitada de hablar.
Personas que
necesitan consejos .
Depresiones.
Trastornos
mentales con sus mundos fantásticos a cuestas…
Otra de las
profesiones que surgirán por doquier son los sanadores, chamanes, echadores de cartas y de puestas de mano y
toda esa fauna que llegan hasta los incautos que se aferran a ritos ancestrales
para que no vuelva a ocurrir nada parecido o si ocurre querrán dotar a esos
insensatos de protocolos para ser sanados.
También se
prevé futuro en los abogados por la
cantidad de cientos de miles de denuncias por echar a trabajadores de empresas,
por denunciar a la administración por falta de ayudas, por ceses indebidos o no…
una caterva de actos denunciables por ser la denuncia una vía para sacar la
pena y rabia por el sinsentido de lo que está pasando y todo lo que conlleva,
por supuesto y primordial en vidas humanas y como residuo en cierre de negocios
y cese de trabajadores.
Otra gran
profesión aunque no dejará mucho dinero es la de escritores, surgirán a tutiplén contando en forma de diario, en
forma de relatos verídicos o inventados cada uno de los aspectos que han tenido
lugar en el coronavirus. Contarán experiencias que vivieron desde el encierro o
desde el hospital si estuvo encamado, comentarán sus experiencias si estuvo o
no conectado a respirador intubado, si era personal sanitario... Muchos querrán
contar por escrito sus vivencias. Y eso no es malo, sólo que será un mercado
saturado por la cantidad de escritos que pueden surgir. Cada uno ha tenido su
propia experiencia. Cada cual tiene su propia vivencia, no hay dos iguales. Un relato
por cada persona.
Cosas del
cuerpo y del alma a contar por el
confinamiento y la enfermedad.
Relatos
infinitos. Tantos como personas y días transcurridos.
Ahí está el
futuro de las profesiones. Esas estarán saturadas.
Pertenecer
al personal sanitario solo lo querrán los llamados por vocación auténtica.
Aquel que no sienta esa llamada y lo hacía por estudiar algo ya no lo hará,
escogerá otra profesión con menos riesgo porque ya se atisba que estas plagas
han venido para quedarse y en cualquier momento puede surgir de nuevo o
aparecer otra totalmente desconocida pero igualmente letal.
Jóvenes del
presente, decidid vuestros estudios y buscar un trabajo según lo sintáis. El
futuro es vuestro.
día 22, sábado de abril
Día 22 del confinamiento, sábado 2 de abril de 2020
Hoy he
salido a hacer una compra grande con el coche al supermercado del Corte Inglés.
Hacía 18 días que hice la última gran compra.
He entrado
al garaje y he visto huecos en el aparcamiento antes siempre atiborrado.
No he visto
sonrisas en ninguna personas aunque tampoco podría decirlo con seguridad pues casi
todas iban parapetadas debajo de una mascarilla.
He visto
mucha distancia entre las personas.
No he visto largas
colas en los puestos.
He visto
mucha educación en los dependientes, aunque siempre suele ser así solo que hoy
parecen más agradables aún.
No he visto
los ojos de las personas ya que nadie miraba a los ojos de nadie, ni yo he
mirado a nadie, todos mirábamos al suelo.
He visto
gente sola haciendo la compra y no familias enteras compartiendo esa tarea.
No he visto
mucha gente mayor.
He visto guantes
y mascarillas en todos los dependientes y los clientes.
No he visto masa de hojaldre, ni fresca ni congelada.
He visto papel higiénico en los estantes.
No he visto
a ningún niño ni niña.
He visto
pasos lentos pero compra rápida.
Había silencio
y carros llenos.
Al salir y
colocar el carro en los enganches
colocados en el parking he cogido la moneda de mi carro. Me he quedado un
momento buscando entre todos los carros allí aparcados que encabezaban las
filas por si alguien por prisa por salir rápido de allí para buscar un lugar
protegido como su casa o por despiste se hubiera dejado su moneda dentro
puesta. Nunca lo he hecho, lo de mirar, si que una vez me dejé puesta una
moneda de 2 euros que alguien encontraría para su gozo.
Hoy me ha
dado por mirar las hendiduras donde se introducen las monedas por si me
encontraba alguna que sería como encontrar un tesoro o como llevarme un pequeña
alegría que compensara mínimamente lo que he arriesgado hoy por salir a comprar.
No he encontrado
moneda pero ya estoy en casa, en mi refugio y mi nevera y despensa están llenas,
por ahora.
viernes, 3 de abril de 2020
Día 21 , 3 de abril
Día 21, 3 de
abril
Aquí
seguimos, en casa. Cada persona en su casa atrincherada deseando que no entre
el coronavirus, menuda entelequia. Sin poder verlo, es un veneno oculto que
anhelamos que pase de largo de aquí y de todo nuestro planeta. Esperamos que se
desvanezca en el aire y desaparezca de la faz de la tierra. Algo que parece que
no va a ocurrir pues pretende como todo ser vivo perpetuar su existencia para
siempre.
El
coronavirus además de la afectación física que conlleva en las personas
pretende hacer que tengamos un nuevo motivo para separarnos, otro más.
Los humanos
además de por muchas cosas buenas tenemos tendencia a separarnos en bandos. Ya
desde antes estaban los blancos y los negros, los indios y los cowboys, los
hombres y las mujeres, los de la derecha y los de la izquierda, los ricos y los
pobres y así otras divisiones inventadas por los humanos.
Pues ahora
se prevé ora división: la de los que han pasado el coronavirus y la de los que
no. Unos estarán en un bando y otros en el otro.
¿Cuál es el bando de los buenos?
Los de un
bando contarán como lo pasaron mientras estaban enfermos. Los del otro dirán
que ellos se cuidaron mucho de no contagiarse. Los otros añadirán que es mejor
haberlo pasado porque ya están inmunes, los del otro bando le dirán que
tuvieron que pasar muy malos días. Los otros responderán que no saben cómo los
pasaran si ellos se infectan ahora. Unos citarán a los famosos de su bando que
han pasado la enfermedad, los otros nombraran a los famosos de su bando .Y así
tendremos un nuevo motivo para dividir a la humanidad:
Aquí los que
han pasado el coronavirus aquí los que
no
Divisiones
entre iguales.
miércoles, 1 de abril de 2020
Día 19, miércoles 1 de abril
Día 19 del
confinamiento, miércoles 1 de abril
Empezamos
hoy un nuevo mes. Un mes cagado, quería decir cargado pero al escribir me ha
salido eso, cagado y lo dejo ahí…
Como decía,
el mes de abril es un mes de esperanza por una primavera iniciada en donde las
flores están llenando todos los rincones, los pájaros están pletóricos en
cantos y vuelos, la naturaleza se muestra abierta y esplendorosa, hasta el aire
huele de otra manera.
Abril mes poético,
tiempo de salidas a pasear, de terracitas al sol, que luego ya molesta tanto
calor.
Primavera emergente
y aquí seguimos. Estamos en casa. Observamos la primavera desde nuestras
ventanas. Observamos la naturaleza a partir de nuestras macetas que están floreciendo.
Ellas no han parado su curso.
Hagamos el
saludo al sol desde nuestra ventana o balcón, recibamos este nuevo mes junto a
las macetas de nuestra vivienda.
Lectura, música
y vistas a lo lejano que nos den nuestras ventanas.
Este mes
cumple años mi hijo. Es una cifra redonda, un cambio de decena y tiene toda su
vida por delante.
¿Será por eso
que me gusta tanto abril?
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