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jueves, 30 de abril de 2020

Día 44, domingo 26 de abril

Los niños siempre han convivido con monstruos en su mente.
Cada miedo es materializado en su mente imaginativa por un monstruo. Cada niño era capaz de diseñar su monstruo. Yo he visto dibujados monstruos feos, mas o menos grandes, con ojos,con pies y brazos, monstruos sonrientes, había niños que les dotaban de buenos sentimientos, otros les conferían poderes especiales , muchos eran malvados, con habilidades variadas, portadores de cuernos, llevar armas por brazos, suaves o geométricos y hasta hay monstruos de colores con especialidad en sentimientos variados.


Hoy que los niños salen a la calle a pasear por primera vez desde hace 43 días TODOS los niños y todas las niñas van a intentar evitar al monstruo actual, el coronavirus.
Pero esta vez el monstruo no esta en su cabeza.Y además el monstruo no es diferente para cada mente creativa. Todos ven por igual el mismo monstruo.Para todos es el mismo monstruo.



día 43, sábado 25 de Abril

Sábado 25 de Abril, día 43

LO ESPERADO
Siempre queremos que se cumpla lo esperado: que el examen vaya bien, que la boda salga bien, que la operación salga bien, que el parto vaya bien...Es lo que esperamos.

Esperábamos en nuestra vida que vaya bien  el fin de curso, nuestros hijos,la salida del fin de semana, nuestras vacaciones, nuestro viaje programado ...

Nos íbamos a comer el mundo. TODOS. Un cachito para cada uno, algunos más grandes que otros.
Ahora lo que esperamos  como un ansiado deseo no es un viaje alrededor del mundo, ni ir a comer al restaurante más lujoso. Solo, simple y llanamente lo que esperamos es salir a la calle a dar una vuelta.
Los niños menores de 14 podrán hacerlo junto a uno de sus padres mañana.

Ahora lo que de verdad esperamos es que las predicciones se cumplan, pase pronto el pico, desciendan los infectados por coronavirus y los muertos y la gráfica se muestre con tendencia a cero como se diría en matemáticas. Lo esperado.

ilustración de Jimmy Liao

viernes, 24 de abril de 2020

Día 42, 24 de abril

Limpieza general, hoy viernes día 41

En estos días decido, como casi todos, hacer un poco de limpieza más a fondo por rincones.
Retiramos el enorme sofá de la pared para pasar el aspirador por esa zona y ésto es lo que había debajo de él:




objeto a objeto
mis gatos, mejor dicho uno de ellos, Simba
encesta,
marca,
atina,
esconde,
cada pequeño objeto que sea susceptible de ser movido con un golpe de pezuña,
lo logra ocultar a la vista de todos,
hasta que se nos ocurre mover la pieza que ocultaba los tesoros del escondite.

Hay otro lugar que permanece saturado hasta que le llegue el turno de ser retirado para limpiar debajo:la nevera.
Bajo el frigorífico subyacen numerosos objetos, la mayoría son tapones de los cartones de leche y pinzas de la ropa.
Debe estar el hueco repleto porque cuando mete algo dentro, al poco hurgando con su pequeña garra, lo,puede sacar para volver a meterlo jajajaja
Cansado pero relajado después de sus hazañas.











miércoles, 22 de abril de 2020

Día 40, 22 de Abril


Voy a salir a la calle. Me visto bien guapa y ya en el baño me peino, maquillo un poco los ojos y me pinto los labios. Por último me pulverizo perfume, la colonia reservada para las grandes ocasiones.
Me voy hacia el mueble de la entrada y cojo los guantes que llevaré para hacer la compra y en el espejo del recibidor me coloco la mascarilla. De pronto un movimiento rápido casi involuntario surge de mi mano y me quito con avidez la mascarilla. La miro por dentro y no está manchada. Me siento aliviada porque solo de pensar que se hubiera manchado con el pintalabios me aterra. Están muy escasas y debe durarme para más ocasiones. Con esa mancha podía parecer que era sangre…No hubiera podido usarla.
Voy al baño, cojo papel higiénico, lo mojo en agua y me restriego los labios hasta hacer desaparecer el pintalabios. Estoy triste. Me coloco la mascarilla, me miro de nuevo en el espejo de la entrada  y salgo a hacer la compra.
¿Hasta cuando no podré volver a pintarme los labios?

P.D.: ¿y si se pintan unos dibujos de labios y se pegan por fuera de la mascarilla?




lunes, 20 de abril de 2020

CONFINAMIENTO VERSUS MASCOTAS


CONFINAMIENTO EN IMÁGENES. DÍAS 35, 37, 38 Y 39
ABRIL 2020

                                                                         PELEAS

JUEGOS
SUEÑOS COMPARTIDOS
DISTANCIA
TELE
COCINAR
PERDERSE
ASOMARSE A LA VENTANA
CARIÑO
LECTURA


Y TODO SIN SALIR DE CASA



jueves, 16 de abril de 2020

Envejecer en un día


Día 34, 16 de abril
ENVEJECER  EN  UN  DÍA

      Cada día al peinarme me veo en el espejo de encima del lavabo.Ante mi reflejo en el espejo pienso, ¡qué carita tengo! Sin nada de pintura en los ojos ni en los labios y con la mirada apagada.
Me miro y me reconozco, soy yo, pero triste.
      Pero hoy, al ver mi reflejo en el espejo no me he reconocido. He agachado la cabeza y he vuelto a lavarme la cara. Me asomo de nuevo al espejo pero ahora poco a poco. Lo primero que aparece son mis canas. Ha crecido una parte considerable de mi pelo blanco. Después los ojos asoman tristones, sigue la cara blancuzca sin tono definido. Por último, con toda la cara en el espejo, veo mi pelo largo, largo y sin forma definida creciendo salvajemente sin que nadie lo recorte, le dé un poco de forma o lo despunte.
      En  mi no parece haber llegado la primavera sino el invierno.
      Me hago un estiramiento facial y fuerzo una sonrisa.
      Me aplico colonia detrás de cada oreja.
      Apago la luz. Salgo del baño.
      Un nuevo día de confinamiento.
      Voy a leer un poco. Encontraré otros mundos en donde vivir y en ellos seré libre.


miércoles, 15 de abril de 2020

Día 33, miércoles 15 de abril



Llueve. Lluvia tras los cristales. Otra vez.

Mis gatos no se acostumbran a que ande rápido por la casa. Me miran ojipláticos, no entienden a que viene esa bulla, ellos que están  tan tranquilos todo el día. Se ponen por medio en el pasillo, se retiran a mi paso rápido, me miran, me maúllan.
-         
            - ¿Quieres parar ya?- parecen decirme



Un mes ya


Día 30, domingo de resurrección.

Nos han robado un mes. ¿Quién lo devuelve?  Ha caído en un limbo del tiempo irrecuperable pero a la vez  vivido de otra forma, hacia dentro de nosotros y en nuestro espacio físico más personal.
Un mes, 30 días, 720 horas,  43.200 minutos y 2. 592.000 segundos en casa.
Pero tenemos nuestro cuerpo físico y nuestra mente junto a nosotros.
Estamos con nosotros, aquí y ahora es el todo.

Día 26, 27, 28 y 29, miércoles a sábado de semana Santa


Día 26, 27, 28 y 29, miércoles a sábado de semana Santa
Semana de pasión.
Pasión apagada.
Ritos no celebrados.
Velas sin llama.
La cera  guardada.
Tambores silenciados.
Tristeza en las miradas.
Actos no realizados.
El papa solitario.
La basílica vaciada.
Todo queda en nada.

Días para la cocina: torrijas, arroz con leche, buñuelos de bacalao y potaje de vigilia.
Después quedarse en casa.


jueves, 9 de abril de 2020

día 25, martes santo


        Día 25, martes santo

      Sigue nublado, un día tras otro. La naturaleza sigue contribuyendo a que sigamos en casa, a que estemos cómodos en ella ya que el tiempo parece que no acompaña para salir, aunque la verdad sea que no podemos.
     Días tristes, grises, iguales unos a otros y quizás eso es lo bueno que podemos seguir libres de enfermedad haciendo actividades libremente en el espacio de nuestra casa. En este espacio tenemos libertad de elegir qué hacer. En estas fechas de semana santa con vacaciones del teletrabajo hago lo que me place y eso es nada. Paso de estar tumbada en una cama leyendo prensa virtual a tirarme literalmente en el sofá viendo la tele, de hacer unos largos de carrera por el pasillo a volver a arrumbarme en el sofá dedicando otro largo espacio de tiempo al móvil. De ahí a comer algo y echarme una siesta y después tarde de móvil y tele.
     En fin estamos en vacaciones donde no hay ni teletrabajo y además hay días que nada apetece hacer ni siquiera leer,.
      Así ha pasado otro día.
     Mañana quizás tenga otra energía.





día 24, lunes santo


                       El futuro de las profesiones
                       Día 24, lunes
        Llega otra semana. Es Semana Santa y no hay teletrabajo. Toca leer más tiempo y limpiar más a fondo las estancias.
        Veo que tenemos un futuro nada halagüeño. Lo intuyo yo y lo intuimos todos.
        Lo primero es salir airosos de esta enfermedad. No contagiarnos o si ocurre recuperarnos pronto y bien. Pasado ese aspecto que es el más importante para nuestra vida queda el residuo que es la afectación a la economía personal y de todos y cada uno.
        Cómo nuestros trabajos se verán afectados, nuestros ingresos recortados y muchas personas sin trabajo.
        Los jóvenes que queden parados tendrán que reinventarse y ser creativos para buscar su sustento.
       Hoy desde aquí veo que el futuro de las profesiones va a estar en la psiquiatría. Habrá muchas personas necesitadas de ayuda con medicamentos, con consejos o simplemente pagar para ser escuchadas harta ya su familia de que comparta una y otra vez lo que todos han pasado. Así que pagan a alguien para que les escuche y saquen todo lo que está en su ser interno atascado como lo que hace las cal en  las tuberías.
Gente necesitada de hablar.
Personas que necesitan consejos .
Depresiones.
Trastornos mentales con sus mundos fantásticos a cuestas…

        Otra de las profesiones que surgirán por doquier son los sanadores, chamanes, echadores de cartas y de puestas de mano y toda esa fauna que llegan hasta los incautos que se aferran a ritos ancestrales para que no vuelva a ocurrir nada parecido o si ocurre querrán dotar a esos insensatos de protocolos para ser sanados.


También se prevé futuro en los abogados por la cantidad de cientos de miles de denuncias por echar a trabajadores de empresas, por denunciar a la administración por falta de ayudas, por ceses indebidos o no… una caterva de actos denunciables por ser la denuncia una vía para sacar la pena y rabia por el sinsentido de lo que está pasando y todo lo que conlleva, por supuesto y primordial en vidas humanas y como residuo en cierre de negocios y cese de trabajadores.

       Otra gran profesión aunque no dejará mucho dinero es la de escritores, surgirán a tutiplén contando en forma de diario, en forma de relatos verídicos o inventados cada uno de los aspectos que han tenido lugar en el coronavirus. Contarán experiencias que vivieron desde el encierro o desde el hospital si estuvo encamado, comentarán sus experiencias si estuvo o no conectado a respirador intubado, si era personal sanitario... Muchos querrán contar por escrito sus vivencias. Y eso no es malo, sólo que será un mercado saturado por la cantidad de escritos que pueden surgir. Cada uno ha tenido su propia experiencia. Cada cual tiene su propia vivencia, no hay dos iguales. Un relato por cada persona.
Cosas del cuerpo y  del alma a contar por el confinamiento y la enfermedad.
Relatos infinitos. Tantos como personas y días transcurridos.

        Ahí está el futuro de las profesiones. Esas estarán saturadas.

        Pertenecer al personal sanitario solo lo querrán los llamados por vocación auténtica. Aquel que no sienta esa llamada y lo hacía por estudiar algo ya no lo hará, escogerá otra profesión con menos riesgo porque ya se atisba que estas plagas han venido para quedarse y en cualquier momento puede surgir de nuevo o aparecer otra totalmente desconocida pero igualmente letal.

        Jóvenes del presente, decidid vuestros estudios y buscar un trabajo según lo sintáis. El futuro es vuestro.




día 22, sábado de abril


          
Día 22 del confinamiento, sábado 2 de abril de 2020

       Hoy he salido a hacer una compra grande con el coche al supermercado del Corte Inglés. Hacía 18 días que hice la última gran compra.

      He entrado al garaje y he visto huecos en el aparcamiento antes siempre atiborrado.
      No he visto sonrisas en ninguna personas aunque tampoco podría decirlo con seguridad pues casi todas iban parapetadas debajo de una mascarilla.
      He visto mucha distancia entre las personas.
      No he visto largas colas en los puestos.
      He visto mucha educación en los dependientes, aunque siempre suele ser así solo que hoy parecen más agradables aún.
      No he visto los ojos de las personas ya que nadie miraba a los ojos de nadie, ni yo he mirado a nadie, todos  mirábamos al suelo.
     He visto gente sola haciendo la compra y no familias enteras compartiendo esa tarea.
     No he visto mucha gente mayor.
    He visto guantes y mascarillas en todos los dependientes y los clientes.
    No he visto masa de hojaldre, ni fresca ni congelada.
    He visto papel higiénico en los estantes.
    No he visto a ningún niño ni niña.
    He visto pasos lentos pero compra rápida.
    Había silencio y carros llenos.

    Al salir y colocar el carro  en los enganches colocados en el parking he cogido la moneda de mi carro. Me he quedado un momento buscando entre todos los carros allí aparcados que encabezaban las filas por si alguien por prisa por salir rápido de allí para buscar un lugar protegido como su casa o por despiste se hubiera dejado su moneda dentro puesta. Nunca lo he hecho, lo de mirar, si que una vez me dejé puesta una moneda de 2 euros que alguien encontraría para su gozo.
      Hoy me ha dado por mirar las hendiduras donde se introducen las monedas por si me encontraba alguna que sería como encontrar un tesoro o como llevarme un pequeña alegría que compensara mínimamente lo que he arriesgado hoy por salir a comprar.
      No he encontrado moneda pero ya estoy en casa, en mi refugio y mi nevera y despensa están llenas, por ahora.



viernes, 3 de abril de 2020

Día 21 , 3 de abril


                                   Día 21, 3 de abril
            Aquí seguimos, en casa. Cada persona en su casa atrincherada deseando que no entre el coronavirus, menuda entelequia. Sin poder verlo, es un veneno oculto que anhelamos que pase de largo de aquí y de todo nuestro planeta. Esperamos que se desvanezca en el aire y desaparezca de la faz de la tierra. Algo que parece que no va a ocurrir pues pretende como todo ser vivo perpetuar su existencia para siempre.
           El coronavirus además de la afectación física que conlleva en las personas pretende hacer que tengamos un nuevo motivo para separarnos, otro más.
            Los humanos además de por muchas cosas buenas tenemos tendencia a separarnos en bandos. Ya desde antes estaban los blancos y los negros, los indios y los cowboys, los hombres y las mujeres, los de la derecha y los de la izquierda, los ricos y los pobres y así otras divisiones inventadas por los humanos.
          Pues ahora se prevé ora división: la de los que han pasado el coronavirus y la de los que no. Unos estarán en un bando y otros en el otro.
        ¿Cuál es el bando de los buenos?
         Los de un bando contarán como lo pasaron mientras estaban enfermos. Los del otro dirán que ellos se cuidaron mucho de no contagiarse. Los otros añadirán que es mejor haberlo pasado porque ya están inmunes, los del otro bando le dirán que tuvieron que pasar muy malos días. Los otros responderán que no saben cómo los pasaran si ellos se infectan ahora. Unos citarán a los famosos de su bando que han pasado la enfermedad, los otros nombraran a los famosos de su bando .Y así tendremos un nuevo motivo para dividir a la humanidad:

        Aquí los que han pasado el coronavirus                                   aquí los que no

       Divisiones entre iguales.

       Por cierto hoy luce el sol después de varios días de intensas lluvias.



miércoles, 1 de abril de 2020

Día 19, miércoles 1 de abril


Día 19 del confinamiento, miércoles 1 de abril


      Empezamos hoy un nuevo mes. Un mes cagado, quería decir cargado pero al escribir me ha salido eso, cagado y lo dejo ahí…
      Como decía, el mes de abril es un mes de esperanza por una primavera iniciada en donde las flores están llenando todos los rincones, los pájaros están pletóricos en cantos y vuelos, la naturaleza se muestra abierta y esplendorosa, hasta el aire huele de otra manera.
      Abril mes poético, tiempo de salidas a pasear, de terracitas al sol, que luego ya molesta tanto calor.
      Primavera emergente y aquí seguimos. Estamos en casa. Observamos la primavera desde nuestras ventanas. Observamos la naturaleza a partir de nuestras macetas que están floreciendo. Ellas no han parado su curso.
      Hagamos el saludo al sol desde nuestra ventana o balcón, recibamos este nuevo mes junto a las macetas de nuestra vivienda.
      Lectura, música y vistas a lo lejano que nos den nuestras ventanas.

      Este mes cumple años mi hijo. Es una cifra redonda, un cambio de decena y tiene toda su vida por delante.

     ¿Será por eso que me gusta tanto abril?