El futuro de las profesiones
Día 24,
lunes
Llega otra
semana. Es Semana Santa y no hay teletrabajo. Toca leer más tiempo y limpiar
más a fondo las estancias.
Veo que
tenemos un futuro nada halagüeño. Lo intuyo yo y lo intuimos todos.
Lo primero
es salir airosos de esta enfermedad. No contagiarnos o si ocurre recuperarnos
pronto y bien. Pasado ese aspecto que es el más importante para nuestra vida
queda el residuo que es la afectación a la economía personal y de todos y cada
uno.
Cómo nuestros
trabajos se verán afectados, nuestros ingresos recortados y muchas personas sin
trabajo.
Los jóvenes
que queden parados tendrán que reinventarse y ser creativos para buscar su
sustento.
Hoy desde aquí
veo que el futuro de las profesiones va a estar en la psiquiatría. Habrá muchas personas necesitadas de ayuda con medicamentos,
con consejos o simplemente pagar para ser escuchadas harta ya su familia de que
comparta una y otra vez lo que todos han pasado. Así que pagan a alguien para
que les escuche y saquen todo lo que está en su ser interno atascado como lo
que hace las cal en las tuberías.
Gente
necesitada de hablar.
Personas que
necesitan consejos .
Depresiones.
Trastornos
mentales con sus mundos fantásticos a cuestas…
Otra de las
profesiones que surgirán por doquier son los sanadores, chamanes, echadores de cartas y de puestas de mano y
toda esa fauna que llegan hasta los incautos que se aferran a ritos ancestrales
para que no vuelva a ocurrir nada parecido o si ocurre querrán dotar a esos
insensatos de protocolos para ser sanados.
También se
prevé futuro en los abogados por la
cantidad de cientos de miles de denuncias por echar a trabajadores de empresas,
por denunciar a la administración por falta de ayudas, por ceses indebidos o no…
una caterva de actos denunciables por ser la denuncia una vía para sacar la
pena y rabia por el sinsentido de lo que está pasando y todo lo que conlleva,
por supuesto y primordial en vidas humanas y como residuo en cierre de negocios
y cese de trabajadores.
Otra gran
profesión aunque no dejará mucho dinero es la de escritores, surgirán a tutiplén contando en forma de diario, en
forma de relatos verídicos o inventados cada uno de los aspectos que han tenido
lugar en el coronavirus. Contarán experiencias que vivieron desde el encierro o
desde el hospital si estuvo encamado, comentarán sus experiencias si estuvo o
no conectado a respirador intubado, si era personal sanitario... Muchos querrán
contar por escrito sus vivencias. Y eso no es malo, sólo que será un mercado
saturado por la cantidad de escritos que pueden surgir. Cada uno ha tenido su
propia experiencia. Cada cual tiene su propia vivencia, no hay dos iguales. Un relato
por cada persona.
Cosas del
cuerpo y del alma a contar por el
confinamiento y la enfermedad.
Relatos
infinitos. Tantos como personas y días transcurridos.
Ahí está el
futuro de las profesiones. Esas estarán saturadas.
Pertenecer
al personal sanitario solo lo querrán los llamados por vocación auténtica.
Aquel que no sienta esa llamada y lo hacía por estudiar algo ya no lo hará,
escogerá otra profesión con menos riesgo porque ya se atisba que estas plagas
han venido para quedarse y en cualquier momento puede surgir de nuevo o
aparecer otra totalmente desconocida pero igualmente letal.
Jóvenes del
presente, decidid vuestros estudios y buscar un trabajo según lo sintáis. El
futuro es vuestro.
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