Interrogantes
sin respuesta.
Toda la
humanidad afectada. Pensar que cualquier persona de este mundo, desde nosotros
a reyes, deportistas de elite, millonarios y personas cercanas a nosotros,
todos estamos en la misma tesitura.
¡Qué fuerte!
toda la humanidad, todo el planeta tierra, todos los humanos estamos en una
misma, grave y desagradable situación! ¡
socorro!-grito en unas palabras que solo suenan en mis adentros.
Nadie me oye, todos están en sus casas burbuja.
¡Madre mía! Al decir esta expresión me acuerdo de la mía, por suerte no está
viviendo esta catástrofe con la que tanto sufriría, lo pasaría mal por ella y
sobre por nosotros por sus hijos y sus nietos y no soportaría estar tanto tiempo tan
lejos unos de otros.
¡Dios mío! ¿Me
oye alguien? Todos los países afectados con la salud en primer plano de nuestra
vida y la economía de todos los países tocando fondo.
Respiro.
Hay que dejar
pasar el tiempo.
No queda
otra.
Pongo música
y voy a distraer un poco la mente. Es tiempo de espera. No hay más. Después me
voy a visitar un museo virtual. Me
apetece pintura moderna y algún que otro cuadro clásico.
Más tarde
leeré un rato. Seguiré con Alegría de
Manuel Vilas, un libro triste en su contenido pero disfrazado de título alegre.
Como la vida misma.
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