Mis gatos, Duque y Simba, son gatos que nunca salen de casa. Se mueven por las distintas estancias un día tras otro. A veces reclaman salir al balcón un rato, sobre todo cuando da el sol. Allí se tumban y acicalan. !Da gusto verlos tan disfrutones con tan poca cosa!
En estos días de encierro pronto se han habituado a qué estemos tantas horas junto a ellos.
Los primeros días no nos dejaban teletrabajar con el ordenador. pero pasada una semana ya dormitan junto a él.
Lo curioso es que esta mañana al abrir la ventana se han asomado a ella como añorando estar fuera.
Uno y después el otro han estado varios minutos observando el exterior como añorándolo.
Quizás sea yo la que con melancolía me asomo a la ventana deseando que llegue el día en que podamos salir a la calle sanos. Esperanzada también en que la recuperación económica y social esté cerca.
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