Día 4 de
confinamiento
Me despierto
y enciendo la radio. Esa costumbre tan cotidiana desde hace años. Uauuuu escucho
buenas noticias. Respecto al tráfico oigo que no hay ningún atasco en nuestras carreteras. Se informa también de que
hay plazas libres en todos los parking del centro de la ciudad y no ha habido ningún
accidente reseñable. Las temperaturas se
muestran al alza en casi toda España. Vivimos en un sitio ideal pienso.
Oooost…. despierto ahora a la realidad. Estaba todavía
sin despertar de todo y por unos minutos pensaba que era un día “normal”. Lo que
he escuchado son consecuencias de “quedarnos en casa” no es lo cotidiano de
nuestro día a día como era hasta ahora: atascos, accidentes de tráfico…en horas
punta de entrada o salida a los trabajos.
Me aseo y me
visto con ropa cómoda, como todos estos días. Después de peinarme descubro en
el lavabo el tarro de colonia. Echarme colonia cada día antes de salir a la
calle era una costumbre que llevo días olvidada. Siempre he pensado
que me aporta un punto sofisticado, es como pulsar el botón de todo listo para
salir.
Hoy me he
echado colonia. Me ha gustado envolverme en el aroma tan agradable para mí y ha
supuesto un instante de placer.
Mis gatos hoy
están juguetones Ellos cada mañana están solos y se la pasan durmiendo mientras
estamos fuera en nuestros trabajos.
Ahora notan
que llevamos días en casa y que no salimos. En vacaciones pasamos también mucho
tiempo fuera de casa pero ahora no, estamos todo el tiempo en casa. Se muestran
especialmente activados por nuestra estancia en casa y juegan con cualquier
pequeña cosa que encuentren por encima de alguna mesa, todo vale, un tapón de cartón
de leche es de los preferidos.
Da gusto
verlos jugando o dormitando. Poco o nada han cambiado su rutina.
No como
nosotros…
Llueve.
Son lágrimas de todos.
La naturaleza aliada con las personas.
Nunca la lluvia expresa tan certeramente
el ánimo de las personas.
Es
un llanto universal.
Llanto hecho lluvia de toda la humanidad.
Momento de
trabajar.
A la tarde
un poco de lo de siempre, de lo de últimamente: lectura, tele, estiramientos…
Esta tarde
hemos jugado al juego de mesa Rummikub, un juego en donde debes tener activada
la mente y pensar un poco. Un buen rato hemos pasado. Al menos no tengo que
jugar a un solitario. Por cierto he ganado.
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